domingo, 16 de diciembre de 2012

Como poco coco compro, poco coco como

Este trabalenguas nos lo enseñó el entrañable escritor "Avelino Hernández Lucas" .
Él no tuvo hijos, pero dejó huellas en todos los niños y niñas que tuvieron el privilegio de escuchar sus historias y leer todos sus libros.
Una pena que no le pueda regalar este "baberito" y que él, a cambio,  me obsequie con otro trabalenguas.



Se lo regalaré a otra entrañable amiga.





Aguillóns

La noche estaba cerrada y en la furgoneta había mucha humedad.
Las gotas se condensaban, a medida que sus respiraciones se hacían más rápidas, y caían desde el techo hasta sus cuerpos, endulzando, aún más si cabe, los besos que se regalaban el uno al otro.

Tenían toda una vida para amarse, descubrir y compartir muchos momentos especiales.
Durante muchos años siguieron amándose, descubriendo y compartiendo instantes llenos de felicidad.
Visitaban muchas veces aquellos rincones y recordaban con nostalgia aquellos primeros besos en la "Escondida", con el sol ocultándose, frente a los aguillóns del Cabo Ortegal.



martes, 11 de diciembre de 2012

Amigos

Entre costura y costura, leo libros.
Me gusta especialmente el álbum ilustrado.
¡ Encierra tanta belleza, en tan solo unas páginas!
Hace algunos días me pasé por la librería Lobo Feroz , Lola me ofreció el libro titulado: Amigos.
La historia que nos cuenta es muy apropiada para todas las edades y como dice el texto:
"Me rompe el corazón"
Lo voy a contar,  a los niños de educación infantil  del Lycée Français, el próximo día 21 de diciembre.
Para regalar a los asistentes,  he confeccionado unos marcapáginas con "Burbuja" y sus amigos los peces del Lago.


lunes, 26 de noviembre de 2012

Verano en "Valle Esgueva"

Se acababa de marchar y en la casa se sentía un dolor insoportable.
María, a ratos lloraba y cuando estaba delante de sus hijos, disimulaba e intentaba aparentar normalidad.
La mayor parte del tiempo estaba sola, todos se habían ido a segar, a regar o a atender a los animales.
Una mañana de verano nos presentamos en su casa, me llevó mi padre en el "Barreiros".
Me impresionó la enorme tristeza que desprendía aquella mujer, tan alegre y dicharachera en visitas anteriores.
Yo iba a echarle una mano en casa; enseguida nos pusimos a trabajar. Había tanto que hacer ...
Por las mañanas barría todas los dormitorios y quitaba el polvo de los muebles; tenían un dedo de polvo, acumulado durante el periodo que duró el duelo. Algunas pelusas se pegaban a la escoba y otras corrían velozmente sin darme tiempo a alcanzarlas; era una lucha continua, yo, corre que te corre con el escobón y las "bolitas", formadas con todo tipo de desechos, escapándose de mi presencia y escondiéndose en los lugares más recónditos e inescrutables.
En la casa vivía  Prisciliano,  hermano de María, un hombre con la espalda hecha un guiñapo, de aspecto dulce y delicado, que se pasaba la mayor parte del tiempo en la cama y tenía grandes dificultades para respirar. Su hermana bromeaba contándome anécdotas de su paso por el hospital. Le tenían con un camisón, casi desnudito y con las vergüenzas al aire, me decía  entre risas burlonas.
Al mediodía llegaban todos a comer, con ganas de hablar  y contar  las muchas vicisitudes que habían tenido que afrontar durante la jornada estival.
"Esteban" siempre estaba bromeando y  hacía que me pusiese colorada con sus ocurrencias y chascarrillos.
Se acabaron las vacaciones;  nos fuimos en el camión  desde "Piña" camino de mi pueblo.
Pronto comenzaron de nuevo las clases del Instituto y la rutina del día a día, ir a clase, estudiar, ayudar a mi madre en las tareas domésticas,...
En mi mente se quedó grabado  para siempre aquel verano del '72.



lunes, 17 de septiembre de 2012

Felisa: amiga de la costurera

Estaba sola, no quiso que su padre se enterara de ello, podrían apresarlo y llevárselo de "paseo".
Le hicieron las preguntas de rigor y ella fue contestando, una a una, negándolo todo.
La ultrajaron, intentaron que confesara algo que ella nunca había hecho.
Salió del Ayuntamiento como pudo, con el cuerpo y el alma doloridos.
A la altura de la plaza se encontró con su padre, ella no quería que la viese así, con su vestido blanco, confeccionado por Josefa, hecho jirones, destrozado por la brutalidad de esos hombres ciegos de venganza.
Se cruzaron las miradas, no se dijeron nada, los dos sabían lo que había pasado, ya se lo habían hecho a otras mujeres del lugar.
No había transcurrido ni una semana y volvieron a llamar a la puerta, era verano y hacía un calor insoportable.

Se los llevaron a todos; nunca más volvieron a su casa.



domingo, 29 de julio de 2012

Frío en el rostro

El mes de julio toca a su fin.
Seguro que alguna noche de agosto refrescará.
No vendrá mal tener a  mano un pañuelo para proteger la garganta
 y una mañanita para cubrir los hombros desnudos.
Hace algunos días visité las tiendas de telas y compré algunos retales.
Una tela de seda con lunares blancos  que, una vez convertida en pañuelo,
combinaré con perlas blancas de Ormuz
Un trozo de algodón beige bordado, decorado con guipur
 y ribeteado con volante doble en muselina.
Manos a la obra,...
He aquí el resultado:




viernes, 13 de julio de 2012

Ratita presumida


Estas dos semanas de julio han sido tristes; he perdido a un ser querido: la hija de Eve.
Esta circunstancia me ha hecho reflexionar sobre el sentido de la vida, el amor a la familia, el duelo, ...
También he conocido a Puri; su madre era íntima de Eve y ésta le hacía los vestidos a la niña.
Han sido momentos muy intensos y emotivos.
He tenido nuevamente que refugiarme en la costura.

Hace algún tiempo fue el cumpleaños de Adriana y tenía ganas de confeccionar otro delantal.
Ella me dijo que lo quería rosa, porque era su color preferido.
Así que me puse manos a la obra y  "e voilà" aquí tenéis el delantal  de "la ratita presumida" terminado:


domingo, 1 de julio de 2012

Delantal para Vega

Este fin de semana he estado costureando un delantal para Vega,  la niña de Ana.
Me apetecía hacer algo por encargo de mi tía-abuela, modista y de la que he heredado el gusto por elaborar  prendas.
No he tenido paciencia, creo que el patrón que tenía estaba mal cortado y la sisa no ha quedado muy bien.
Diré a su abuela que se lo ponga para cuando esté en  casa, cocinando; destinado a ese cometido la prenda podrá salir del paso y no se notarán tanto las imperfecciones.

El próximo saldrá mejor.






miércoles, 13 de junio de 2012

De casa en casa: un relato de los años cincuenta

Era verano y se sentía pletórica de alegría.
Sus ojos, color de cielo, chispeaban al aire del trigal.
Un año antes, había conocido a un muchacho de pequeña estatura,
pero con gran poder de seducción.
Durante toda la tarde, estuvo esperando a que llegase ese momento:
encontrarse con él en la tierra de su tío, junto al pozo y a la sombra del almendro que habían plantado sus antepasados.
Sonó el claxon, salió corriendo y se montó en el Mercedes  que  él cogió prestado en el Cuartel Militar del Pinar.
El corazón la golpeaba con fuerza en su pecho, la emoción contenida, ahora brotaba  y hacía ruborizar sus mejillas.
Se amaron, recorrieron sus cuerpos y entrelazaron sus destinos.
En septiembre fue la boda, una ceremonia simple y sin apenas invitados.
No tenían casa propia y tampoco mucho dinero para alquilar; se fueron a vivir a casa de los padres de él.
En marzo nació el primer hijo: un niño con cara redonda y grandes ojos azules.
Un año y medio después llegó la niña, también con cara redonda y ojos casi transparentes  como el color verde del  mar; aún vivían en casa ajena, esta vez con los padres de ella.
A los trece meses  y medio de nacer la primera niña, vino la tercera criatura, otra niña, con ojos color castaño y pelo negro.
Él encontró un trabajo de chofer de coche de línea  que hacía la ruta Valladolid-Cuellar y el matrimonio y los tres hijos se instalaron en una casita, en un pueblo, a mitad de camino a Cuellar.
Por fin un hogar solo para  ellos, sin tener que depender de los padres y los suegros, ni compartir con los hermanos y hermanas de ambos.
A los siete años, otro niño, otra casa  y aún más trabajo para ella.
Cuando la primera niña cumplió catorce años, vino al mundo  la tercera: regordeta, con enormes ojos marrones, pelo negrísimo; el parto fue rápido, sin complicaciones, asistida por el practicante Don Eleuterio. nació en la casa  del leonés, un contratista de medio pelo que hizo negocio con la venta del inmueble. 
Esta fue la primera casa propia, llena de desperfectos y muy húmeda, pero al fin y al cabo, perteneciente a ellos.

domingo, 3 de junio de 2012

Coser palabras

Comencé este blog insertando labores de costura.
Pronto  surgieron algunas ideas.
 Decidí plasmarlas en forma de poemas y relatos.
La costura y la confección  se fueron mezclando,
 puntada a puntada, 
letra a letra.
Al igual que las puntillas y tiras bordadas
 voy uniendo las palabras.
Con el paso de los meses voy mejorando en la costura.
La confección de versos y cuentos no avanza al mismo ritmo.
Con perseverancia y tesón 
conseguiré equilibrar la balanza
hasta alcanzar  a dominar el arte de escribir.




Labores del fin de semana







lunes, 28 de mayo de 2012

Almendro centenario


Un rayo ha quebrado su tronco
pero no desfallece, 
sigue dando flores en marzo.
En mayo ya tiene almendrucos
y en  agosto iré a recogerlos.
Mientras tanto,
abrazaré sus ramas,
me sentaré en su lecho,
esperaré paciente,
a que maduren sus frutos.
Regalaré a la madre de Said y Amin,
una porción de almendras,
un poco de aceite,
un pocillo de azúcar
y unas cucharaditas de harina
Me prometió que me haría unas galletas de almendra
para cuando encontrase trabajo.
Estoy deseando que llegue ese momento,
serán los dulces más ricos de todo este año.


  



     
Para bebé de Elena

domingo, 27 de mayo de 2012

Segando la hierba bajo tus pies

Hace más de una semana que no escribía nada nuevo en el blog.
Por la cabeza me rondaban algunas ideas, pero no lograba concentrarme.
Una amiga Pilar Iglesias Torre me ha encomendado un trabajo para publicar en la revista Alkaid.
Historia del traje a través de los tiempos: cómo se vestían los hombres y las mujeres en las diferentes etapas de la historia.
No se si voy a ser capaz de escribirlo y de estar a la altura de las personas que publican en esta revista multitemática, lo voy a intentar.
La frase con la que doy  título a la entrada de hoy  me parece muy adecuada para describir  el sentimiento que me atrapa en esta nueva etapa "Segando la hierba bajo tus pies" ; la encontré buscando en el mar y quedó atrapada en la red.
Este es el enlace que nos lleva hasta su Web: Tinta al sol.

Sigo realizando baberos, esta vez para un bebé recién nacido:



lunes, 14 de mayo de 2012

Cerca del mar

Hacía tanto tiempo que no visitábamos nuestros lugares favoritos, ...
Por fin lo hemos conseguido:
 escuchar el sonido del agua del río que descansa en el mar,
pasear por el camino que nos lleva al Gandareiro,
pisar las piedras y acordarnos de todos los que no pueden hacer el recorrido,
especialmente de los que están pasándolo mal por algún motivo, 
o que necesitan de una ayuda adicional.
Aún no hemos recargado la energía perdida en estos meses,
pero tenemos todo el año para conseguirlo.

Os dejo un babero con tiras bordadas que serpentean "el atajo de la garita" 
y mariposas que revolotean desde la "Playa de San Antón" hasta "Pena Maior".


Y unas flores que me encontré  entre las dunas,
 abriéndose al sol  matinal.




lunes, 7 de mayo de 2012

Rastrillo solidario

El jueves 10 y el viernes 11  de mayo  la Asociación Nuevo Zorrilla  (Laguna de Duero-Valladolid) celebra rastillo solidario.
Los beneficios obtenidos irán a parar a organizaciones sin ánimo de lucro.

Estas son algunas de las labores que voy a donar para esta causa benéfica:











jueves, 3 de mayo de 2012

Villa blanca

Lucía el sol.
Bajábamos los cuatro por la empinada callejuela
que nos llevaba hasta la plaza de "Los Pachorros"
Teníamos hambre,
estábamos buscando un lugar asequible para satisfacer el apetito.
Miramos en varios restaurantes, 
casi todos en el puerto.
Después de consultar los precios
del menú del día,
la mayoría rondaban las quinientas pesetas.
Terminando el pueblo, 
a pocos metros de la salida hacia  Galicia,
vimos otro.
"Villa blanca"
 casa fundada en 1958
Tenía una placa en la pared
donde se podía leer:
recomendado por la "guía Michelín",
El menú  nos parecía suculento:
patatas con bacalao,
lenguado rebozado
y de postre,
crema de manzana.
Total: seiscientas pesetas.
Resultaba un poco más caro que los vistos junto al mar,
pero ese día decidimos "hacer un extraordinario" y comer mejor.
Antes de entrar
y viendo como vestían los comensales,
decidimos subir hasta el camping y cambiarnos con ropa más adecuada,
la ocasión lo requería.
Entramos hasta el espacioso comedor.
 Nos recibió Alberto, la persona que regentaba la casa de comidas.
Tono, un camarero serio y servicial,
nos entregó la carta abierta.
Muchas gracias le contestamos,
 queremos el menú.
Tomó nota y se fue hasta la cocina para entregar la comanda


Era nuestro último día de  vacaciones.
Verano del '92
continuará ...


Hoy está lloviendo y hay tormenta:
 he confeccionado este conjunto:



jueves, 26 de abril de 2012

La princesa está triste ...

Antes de ser costurera, fui princesa y siempre niña.
Desde la  más tierna infancia comencé a escuchar poesía.
En la escuela de párvulos  nos pasábamos las mañanas recitando  poemas 
Recuerdo uno con  especial cariño:  Sonatina de Rubén Darío.

Hay muchas adaptaciones y dramatizaciones colgadas en la red.

Os dejo algunos enlaces:



Una foto del pañuelo de la princesa:



Y el poema completo: 
Sonatina (Castellano (kalandraka))
Carátula del libro editado por Kalandraka


La princesa está triste... ¿Qué tendrá la princesa? 

Los suspiros se escapan de su boca de fresa, 

que ha perdido la risa, que ha perdido el color. 

La princesa está pálida en su silla de oro, 

está mudo el teclado de su clave sonoro, 

y en un vaso, olvidada, se desmaya una flor. 



El jardín puebla el triunfo de los pavos reales. 

Parlanchina, la dueña dice cosas banales, 

y vestido de rojo piruetea el bufón. 

La princesa no ríe, la princesa no siente; 

la princesa persigue por el cielo de Oriente 

la libélula vaga de una vaga ilusión. 



¿Piensa, acaso, en el príncipe de Golconda o de China, 

o en el que ha detenido su carroza argentina 

para ver de sus ojos la dulzura de luz? 

¿O en el rey de las islas de las rosas fragantes, 

o en el que es soberano de los claros diamantes, 

o en el dueño orgulloso de las perlas de Ormuz? 



¡Ay!, la pobre princesa de la boca de rosa 

quiere ser golondrina, quiere ser mariposa, 

tener alas ligeras, bajo el cielo volar; 

ir al sol por la escala luminosa de un rayo, 

saludar a los lirios con los versos de mayo 

o perderse en el viento sobre el trueno del mar. 



Ya no quiere el palacio, ni la rueca de plata, 

ni el halcón encantado, ni el bufón escarlata, 

ni los cisnes unánimes en el lago de azur. 

Y están tristes las flores por la flor de la corte, 

los jazmines de Oriente, los nelumbos del Norte, 

de Occidente las dalias y las rosas del Sur. 



¡Pobrecita princesa de los ojos azules! 

Está presa en sus oros, está presa en sus tules, 

en la jaula de mármol del palacio real; 

el palacio soberbio que vigilan los guardas, 

que custodian cien negros con sus cien alabardas, 

un lebrel que no duerme y un dragón colosal. 



¡Oh, quién fuera hipsipila que dejó la crisálida! 

(La princesa está triste. La princesa está pálida.) 

¡Oh visión adorada de oro, rosa y marfil! 

¡Quién volara a la tierra donde un príncipe existe, 

(La princesa está pálida. La princesa está triste.) 

más brillante que el alba, más hermoso que abril! 



-«Calla, calla, princesa -dice el hada madrina-; 

en caballo, con alas, hacia acá se encamina, 

en el cinto la espada y en la mano el azor, 

el feliz caballero que te adora sin verte, 

y que llega de lejos, vencedor de la Muerte, 

a encenderte los labios con un beso de amor».


viernes, 20 de abril de 2012

Un durito de sol



Las princesitas de los campos
están pidiendo a gritos 
"un durito de sol".

Él se resiste, se esconde 
entre cortinas de agua.

No aguantan más,
 están tiritando de frío.

Ni siquiera se pueden ruborizar
les falta la mirada penetrante de cada día,
el complejo vitamínico,
la chispa que encienda su corazón.


No  levantan sus vestidos,
para convertirse en 
"princesitas de la timidez".




miércoles, 18 de abril de 2012

Ataduras


Hoy mi casa
huele a lilas y  a flor de romero.
Me encontré, 
depositado en el jardín,
un ramo de flores.
Por las ataduras de alambre
me imagino quién me las regala.
Un experto
 en el  sutil arte de cautivar el ánimo.


Unos "baberitos" a juego con las flores y con sus ataduras de raso:

Aún no tiene destinatario/a
Para niña Olga (Mis Simpatía)

martes, 17 de abril de 2012

Blancura azulada

Recuerdo una mañana de lunes, ropa de toda la semana para lavar.
Me iba a la escuela y mi madre se quedaba en la cocina con un montón de  sábanas y mudas, todas de color blanco.
Se oía el ruido ensordecedor de la lavadora y todo estaba impregnado de olor a "jabón de Lagarto" y "lejía Los abuelos".
Se pasaba  la jornada introduciendo coladas y más coladas,  hasta  la una de la tarde.
Después las aclaraba, una y otra vez, y para finalizar,  las dejaba en remojo, con un poco de añil.
Ese día hacía frío, como siempre llegaba de la calle con las manos  rojas y ateridas; para calentarlas, las  metí en el interior del horno.
Enseguida  reclamó mi ayuda:
¡Ven a ayudarme a retorcer las sábanas y a tenderlas, ...!
Cuando terminaba con esta tarea me esperaba un plato de sopa de cocido, berza y garbanzos, carne y relleno; el esfuerzo merecía la recompensa.
Por la tarde, recogíamos y doblábamos las prendas que se habían secado al ritmo del viento.
 Mi madre decía: 
¡ Qué blancas han quedado, mira qué relucientes, si parecen recién estrenadas, este azulete blanquea que es un primor!


Añil


Estas son las prendas  blancas que he decorado hoy:






El  blog con un poema:  lento va... a ninguna parte
Ilustración que acompaña al poema